Economía y Ecología parecen términos opuestos desde comienzos de la industrialización. El trasfondo socio-político de ambos es distinto, el primero asociado al individualismo burgués de las ciudades y el desarrollo industrial capitalista; el segundo vinculado a la sociedad rural campesina y comunitaria. Históricamente ambas palabras se enfrentaron, la primera como revolución liberal industrial frente a tradición rural, sin embargo, hoy estan condenadas a entenderse. La limitación de los recursos naturales, el incremento de la población mundial, pone de relieve el problema de la escasez de alimentos. La abundancia de los mismos peligra, por el maltrato que soporta el planeta Tierra, desde las emisiones de CO2 generadoras del cambio climático, hasta la desertificación provocada por el hombre al utilizar unas determinadas formas y tipo de cultivo como la soja transgénica. Un desarrollo económico insostenible que se olvidan de estudiar en las facultades de economía donde sigue imperando la ley del más fuerte: "El dejar hacer, dejar pasar". Las energías renovables alternativas eólica y solar son el futuro de una sociedad post-industrial que busca un desarrollo económico-ecológico sostenible, participando de la riqueza de la tierra para el autoabasticimiento y no para la sobreexplotación.
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